UN SISTEMA PERVERSO
UN SISTEMA PERVERSO por
Cristhian Morales Garcia
Hoy no te hablo como un escritor, ni te quiero contar algo
que no existe. Para variar quiero empezar contándote que esto que leerás es una
gran verdad que todos vivimos día a día y que no queremos o no podemos darnos
cuenta.
Las tareas diarias, el trabajo y los hijos en algunos casos
nos han hecho vivir en un sistema que no da lugar a la observación y al
asombro. Los niños crecen cada vez más rápido, y nos damos cuenta que ellos también
están sumidos en este sistema protocolar diario. Me gustaría hacerte una pregunta,
en tus tiempos, tus padres ¿se daban lugar para poder jugar contigo? ¿tus
abuelos no parecian niños llenos de energía que solo querían disfrutar de un
buen almuerzo familiar? ¿acaso no ves como tu vida pasa tan rápido? En lo
particular recién hace dos años que he aprendido algo muy valioso, “el secreto
del mundo”.
Vivimos sometidos a un sistema perverso que nos impone el orden
según su propia conveniencia. Entiendo el concepto del trabajo, porque para eso
venimos, pero ¿porque dejamos que nuestro trabajo y supuestas obligaciones se
anteponga a nuestra vida como seres vivientes? Estoy cansado de escuchar de
diversas formas y maneras de entender la vida y ser felices. Todos los días
sale algo nuevo que nos enseña supuestamente el secreto de vivir feliz, y
simplemente es una estrategia del mismo sistema perverso que nos da para conformarnos
y para que nos mantengamos en control. Hoy te puedo decir que he aprendido a
vivir feliz y a tratar de hacer felices a los que tengo al lado mío.
Hubo un hombre en la tierra que nació sabiendo el tiempo que estaría
aquí, hubo un hombre que pisó este suelo donde hoy tu vives y vivió sus días sabiendo
cuál sería su fin. Pero, aun así, se dio tiempo para pensar en ti, en mi y en
todos, y no se dejó aplastar por este sistema que hoy vives. Este hombre me
enseño a vivir mi vida cada día sin preocuparme por el mañana. Me enseñó como
disfrutar de un almuerzo y una cena, aprendí de él a ver y entender que la persona
que tengo en frente sufre por la “falta de tiempo y dinero”. No soy rico, pero
tampoco soy pobre, y si aún lo fuera, viviría feliz sabiendo que tendré todo
cuanto necesito.
Siempre pensé que estaba solo y que mis esfuerzos físicos y
mentales me conducirían a un mejor vivir. Aprendemos que debemos estudiar para aprender
conceptos técnicos que supuestamente nos servirán el día de mañana, luego nos
internamos durante media vida en una carrera que parece no tener fin entre
estudios y colegios. Y luego nos damos cuenta de que todo eso que hemos hecho
solo sirvió para pretender ganar la carrera del “vivir mejor”. ¿Cuándo crees
que acabará esa carrera? Y cuando nos damos cuenta, tenemos ochenta años y ya sin
fuerzas para poder disfrutar de nuestro “vivir mejor”. Aprender a disfrutar
cada momento del día como si fuera el primero y el ultimo de tu vida, es como
creo que hay que vivir. ¿Cuántas veces has estado en el centro de tu cuidad
contemplando las vidrieras? Y ¿Cuántas veces has estado en el centro de tu
cuidad y has mirado hacia el cielo y has podido contemplar los edificios antiguos
o nuevos, o ver el cielo lleno de golondrinas cantando, o cuantas veces te has
parado para ver como los niños juegan sin medir el tiempo?
El sistema mundial solo quiere que estés bajo su control, sin
discutir y sin pensar. Escucho todo el día como la gente se insulta y pelea por
quien tiene que pasar primero o después. Te reto que me digas, cuando fue la última vez que
estuviste toda una tarde esperando que el sol se escondiera y ver ese maravilloso
espectáculo. Te aseguro que me dirás, “cuando era niño”. Hubo un hombre que
estuvo más allá del “sistema perverso” que hoy te tiene controlado, su nombre
es el Señor Jesús. En una ocasión dijo: que el reino de los cielos es de los niños,
conviértete en niño de nuevo, juega con tus hijos, asómbrate con lo simple que
te rodea y veras la felicidad brotar de todo lo que te rodea. Así vivo hoy mi
vida, acepté al Señor Jesús en mi vida, y él me enseñó a cómo vivirla.
Recuerda que todo sistema creado por el hombre obtiene poder
si nosotros se lo damos. No estás solo, búscalo y lo encontrarás.
He
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20
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Que Dios te bendiga en todo lo que hagas.
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